Con el objetivo de dar cumplimiento a la normativa europea de residuos, la Directiva (UE) 2018/851 de 30 de mayo de 2018
sobre los residuos, se ha convocado en Andalucía la concesión de subvenciones destinadas a la implantación y/o mejora de la recogida separada de biorresiduos que vayan destinados a instalaciones específicas de tratamiento biológico. Estas ayudas se enmarcan dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea en lo que se conoce como Fondos Next Generation EU. Para esta línea de subvenciones en concreto, Andalucía dispondrá de un total de 37 M€.
Esta convocatoria está dirigida a municipios o entidades locales de más de 5.000 habitantes (mancomunidades o consorcios constituidos por distintas entidades locales), situados dentro de Andalucía, y que tuvieran asumida la competencia de prestar los servicios de recogida de biorresiduos a fecha 1 de enero de 2020. El objetivo de estas ayudas es financiar la implantación o mejora de la recogida separada de biorresiduos siempre y cuando vayan a estar destinados a instalaciones específicas de tratamiento biológico (es decir, instalaciones que estén preparadas para tratar esta fracción de forma independiente a las demás fracciones de residuos). De esta forma se contribuye a promover la economía circular a través de la recogida selectiva de una fracción que, hasta ahora, pocas Comunidades Autónomas en España recogían de forma diferenciada. En cuanto a las fechas, la convocatoria permanecerá abierta hasta el 16 de febrero de 2022.
Como resumen de las características económicas básicas de esta subvención, cabe citar que la financiación será como máximo el 90% del coste total del presupuesto subvencionable del proyecto, sin sobrepasar en ningún caso los 4,50 €/habitante de derecho (población censada) en el caso de municipios o entidades sin recogida previa y 2,70 €/habitante en el caso de municipios o entidades con recogida previa que quieran mejorar o ampliar el servicio. Dentro de las partidas financiables (con una cuantía máxima establecida para cada una) se encuentran los cubos domésticos de biorresiduos, las bolsas compostables, los contenedores para la vía pública o para grandes generadores, camiones para la recogida, campañas de información y sensibilización, así como biotrituradoras y sacas para la recogida de restos vegetales. Es importante prestar atención a la cantidad máxima financiable para cada concepto, que en muchas de ellas va en función del número de habitantes, así como a los requisitos que tiene que cumplir cada concepto para que sea financiable.
Para más información, visita la página web de la convocatoria.
Los biorresiduos en España, hacia la economía circular
En España, el modelo de recogida de residuos más extendido todavía es el de 4 fracciones (resto, papel/cartón, plástico y vidrio), lo que implica que la materia orgánica no se recoge selectivamente. Dentro de la fracción resto se encuentran los biorresiduos, que representan más del 40% de la composición de los residuos municipales. Con este sistema, para poder separar los biorresiduos del «resto» es necesario recurrir a un tratamiento mecánico previo de separación que solo consigue recuperar una parte de los restos orgánico y lo hace con una baja calidad por estar mezclado con otros materiales. Cuando este material se somete a compostaje, se obtiene un producto final de baja calidad que, en muchas ocasiones, no puede aplicarse a la agricultura.
Sin embargo, la recogida selectiva de los biorresiduos facilita su compostaje tanto en instalaciones de tratamiento de residuos como en los propios domicilios, obteniéndose un producto de calidad que puede utilizarse como compost en agricultura y jardinería. Además, en las grandes plantas de tratamiento de residuos, la fracción orgánica puede someterse a un proceso de digestión anaerobia y obtenerse otros subproductos como biogás, que puede aprovecharse para generar calor y electricidad que son reutilizadas en la propia planta.
Además de obtener un mejor aprovechamiento de la fracción más abundante de los residuos municipales, la recogida selectiva de materia orgánica tiene una serie de beneficios ambientales muy importantes, entre los que destacan el ahorro en fertilizantes para agricultura, la reducción del depósito de residuos en vertederos y la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, siendo estos dos últimos objetivos primordiales de la Directiva 2018/851 y del Anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular.